Tener un dato exacto a día de hoy es un poco difícil, pero se estima que puede existir un total aproximado de 20.000 criptomonedas en el mundo, más o menos, sin embargo, no todas las criptos cuentan con una estructura, propuesta y equipo de por medio, esto facilita la creación de nuevas monedas, dando paso a nuevos proyectos de dudosa procedencia.

Los proyectos que actualmente disponen de un mayor volumen de usuarios, generalmente, están conformados por todo un equipo de trabajo, desarrollo y con una propuesta establecida. Las criptomonedas procedentes de estos proyectos, son consideradas más valiosas y lideran las listas, aparte de contar con una capitalización de mercado elevada, lo cual, es tomado como referencia por los inversionistas y con ello, evaluar la magnitud de la empresa y si es viable o no hacer una inversión.

Actualmente, existen plataformas como Coingecko o CoinMarketcap que hacen un seguimiento permanente y en tiempo real de los precios de cada criptoactivo, su volumen de operaciones y capitalización de mercado. Sin embargo, es importante aclarar que ninguno de estos sitios mencionados anteriormente, da garantía sobre la información vinculada por cada proyecto, en pocas palabras, el que estén listadas no significa que sean activos confiables. De hecho, muchas monedas que aparecen de la noche a la mañana, ni tan siquiera se llegan a reflejar en estos sitios, y aunque lo estuviesen, es posible que su objetivo sea plantear una propuesta momentánea con el fin de estafar a los posibles inversionistas.

Un ejemplo de ello fue el token SQUID, inspirado en la serie de Netflix el Juego del Calamar, este token alcanzó un valor de $2.856,00 poco después de su lanzamiento, hace un año atrás, un mes después, el token cayó 99.99% el 1 de noviembre y con dicha caída, desaparecieron los desarrolladores y el dinero de muchas personas.

Este tipo de proyectos fantasma siguen un patrón, suelen inflar el precio de un activo fantasma a través de compras concertadas y técnicas de promoción entre pequeños grupos de inversiones, denominados (pump). Una vez que el valor de ese activo se encuentra en ascenso, los estafadores venden todo lo que previamente habían comprado (dump). Posteriormente, ofrecen sus monedas a quienes lamentablemente llevarán la peor parte, los estafados, permitiéndole a estos grupos obtener ganancias importantes, para, finalmente, cerrar el activo fantasma y su respectiva web o market. Poco tiempo después, este mismo grupo emprenderá un nuevo proyecto con la misma dinámica, seguir estafando personas.

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