Las nuevas tecnologías en cámaras fotográficas profesionales o la inclusión de sensores cada vez más potentes en dispositivos móviles hace que la captura de una imagen se convierta en un archivo realmente pesado y difícil de manipular, especialmente si esta fotografía es tomada en formato RAW, lo que significa que contamos con un archivo sin comprimir y por ende, su peso y tamaño es realmente considerable.

Para hacer que un archivo en formato RAW sea un poco más accesible de manejar la opción más práctica es redimensionar la imagen y para ello podemos hacer uso del redimensionador de imágenes de Windows Explorer, de esta manera simplemente podemos darle click derecho a una o múltiples imágenes, seleccionar la opción que dice Redimensionar imágenes y se abrirá un panel en el que podremos elegir entre los diferentes tamaños predefinidos o bien, personalizar nuestro propio tamaño.


Luego podemos elegir si queremos cambiar el tamaño de la imagen original o crear una copia nueva de menor tamaño y listo! El proceso es sencillo y muy veloz!

Lo anterior es posible gracias a una herramienta que no pesa casi nada y se integra perfecto a Windows. Lo pueden descargar desde el enlace de abajo.