Los usuarios de equipos Apple han alimentado el mito de que su sistema es a prueba de todo, pero sus dichos no pueden ser apoyados por la realidad cuando un número de usuarios de dicho sistema están reportando que la actualización 10.11.4 de “El Capitán” está “congelando” sus sistemas.
En sitios como MacRumors, los miembros de los foros de discusión ya han llenado más de 20 páginas sobre el tema del problema de la actualización en el Mac OS X. El problema parece concentrarse en la MacBook Pro de 13 pulgadas con pantalla de Retina, corriendo la versión 10.11.4. Los usuarios indican que sus sistemas simplemente dejan de responder y que la única solución es rearrancar la computadora.
El problema se reportó desde el 25 de marzo, cuatro días después de que Apple sacara su tercera actualización de El Capitán. En ese primer reporte, el usuario indicó que la máquina se congelaba una vez a la semana, aproximadamente, primero al usar Safari pero después el problema se extendió al uso de otras aplicaciones, incluyendo Photoshop (Adobe) y otros navegadores inclusive. El problema es que todo parece deshabilitarse, la pantalla, el cursor del ratón y el trackpad de la máquina. Vamos, no hay respuesta.
Después de esto, muchos usuarios han reportado este problema en sus MacBook Pro de 15 pulgadas. Una causa potencial parece tener que ver con un bug en el manejador Intel Graphics. Se ha reportado también que el problema ocurre cuando se instala Safari Technology Preview Version 1 y en el OS X 10.11.5, en su versión beta 1 pública.
Apple está enterada del problema pero no ha ofrecido solución alguna. Muchos usuarios por el momento están regreando sus sistemas a la versión 10.11.3 restaurando de “Time Machine” o incluso realizando un reformateo del sistema.
Probablemente Apple salga pronto con una solución al problema. Este tipo de problemas ocurren en los sistemas operativos, en todos, pero quizás es noticia porque Apple y sus fanáticos se han encargado de promover la máquina más perfecta del mundo, que nunca falla, que nunca tiene problemas. La realidad, desafortunadamente, es otra.