El «Frexting» nace de la unión de las palabras «friend» (amigo) y «sexting», una práctica muy similar pero llevada a cabo por personas que sí buscan una posible conquista. La interacción tiene como intención recibir la aprobación o el rechazo de tu círculo de féminas, pero sin intenciones sexuales o amorosas. Por ejemplo en Facebook, una joven le manda un selfie a una amiga suya. Ella le pregunta «¿qué tal salgo?» y la amiga responde: «Sales muy guapa». Otra manda una foto sugerente en bikini y su amistad en Facebook le contesta: «Tienes unos pechos impresionantes. ¡Qué envidia!».
Si le envías a una amiga una foto de tus senos es más probable que te responda dándote apoyo o de una manera divertida. Para mí eso es más valioso que el simple 'OK' que probablemente escribiría un hombre, afirma Beca Grimm, escritora y profesora en temas sexualidad y género.
El frexting es un jugueteo que hace la relación más confiable y sin tapujos. Quizás sea considerado tabú el flirtear entre mujeres, pero no cabe duda que esta tendencia ha desatado los límites de las jóvenes puesto que no tienen reparo en dejar comentarios sugerentes.