Dave Meinert, el dueño del local, tiene miedo de que las gafas puedan espantar a sus clientes. Con las Google Glass es muy fácil tomar videos o fotos de alguien sin que la persona se entere, razón suficiente para que más de un cliente del lugar se vuelva un poco paranoico y decida dejar de acudir en caso de que vean a alguien con las mencionadas gafas.
Lo cierto es que Meinert tiene un punto válido: las Glass son capaces de grabar cualquier cosa que ves y subirla a Internet rápidamente, lo cual puede llegar a comprometer la privacidad de la gente.
Aún así, estamos seguros de que esto no detendrá a las Glass. Cuando una tecnología o un dispositivo muy innovador son introducidos, prácticamente nada puede con ellos. Tomemos al iPhone como ejemplo, que en su época de lanzamiento fue toda una novedad, ¿acaso a alguien se le ocurrió hacerle frente en el momento?
¿Qué piensas al respecto? ¿Las Glass deberían ser prohibidas en ciertos lugares?
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