La primera se llamará simplemente Windows 8, para ordenadores de 32 ó 64 bits. Esta versión incluirá la mayor parte de las características del sistema y será la apropiada para la mayoría de usuarios, según Microsoft. Después estará Windows 8 Pro, también para arquitecturas de 32 ó 64 bits y que añade algunas características avanzadas: cifrado del sistema de archivos, escritorio remoto y gestor de dominio.
Y por último tenemos Windows RT, que es la versión de Windows 8 dirigida a arquitecturas ARM y que se diferencia bastante de sus compañeros. No estará a la venta, sino que se venderá únicamente preinstalada en PCs y tablets con ARM. Incluirá una modificación de Office preparada para pantallas táctiles, viene sin Windows Media Player y no permitirá la instalación de aplicaciones x86/64.
La versión para empresas será un Windows 8 Pro con herramientas que facilitan la administración de una red de ordenadores Windows. En cuanto a la política de actualizaciones, los usuarios podrán actualizar a Windows 8 según la versión que tengan: Windows 7 Starter, Home Basic y Home Premium actualizarán a Windows 8, y las versiones Professional y Ultimate lo harán a Windows 8 Pro.
Me parece muchísimo mejor esta distribución de versiones que la anterior. Aunque todavía tiene algún fallo (por ejemplo, Media Center es un añadido de pago a Windows 8 Pro y deja de venir integrado en la instalación) es más clara que la anterior, con versiones mejor diferenciadas y una política de actualizaciones desde Windows 7 sencilla. Sólo falta saber los precios, que imagino que Microsoft anunciará cuando Windows 8 salga a la venta.
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